domingo, 8 de noviembre de 2009

A las mujeres, por Don Juan Andrés de la Cruz

¡Mujeres necias! Que dudan
de todas nuestras intenciones
aun cuando mucho disfrutan
la compañía de los hombres.

¿Acaso no saben ustedes,
que su solo recuerdo
nubla y confunde la mente,
la vuelve del todo incoherente?

¿Que por ustedes vivimos
que por un efímero beso
todos nosotros morimos?

Son muy injustas mujeres
con el hombre sensible,
aquel que tanto las quiere.



Por si alguno de ustedes, gandules, lo llego a pensar. No, no existe Don Juan Andrés de la Cruz, sólo escribo esto para defenderme de Sor Juana y su "hombres necios".

Lacrimosa en Re menor

Me canso de hacer equipajes.
Si en vida no tiene sentido,
prepararse para hacer viajes
cuando no se llega al destino.
Me canso de estar ofreciendo
un no-moderno amor eterno.
Harto de amar y sentir en vano
de no poder ser el indicado.
¿Por quién suspiras,
mi amada y querida?
¿Por quién suspiras
que tus marrones pupilas
jamás en mi fijas
y si acaso me miras
es con mirada esquiva?
Por quién suspiras...
Ah, como si tu, corazón
tuvieras alguna duda
de quien es el competidor.
No quiero verte, tocarte,
ni ser el mismo de antes
no quiero más abrazarte,
quisiera mejor olvidarte.
Ya no me dejas dejarte
y en vano quiero esperarte
a que puedas amarme,
o me dejes olvidarte.
No quiero engañarme
jugando a aguantarme
que el otro te abrace.
Dejo ya de fingirme
que no puedo estar triste,
que no puedo sentirte
Pero no, no hay remedio,
por más que el dolor sea fuerte,
porque esto no lo controlo,
porque esto no sale de mi mente.